El FC Barcelona de Hansi Flick atraviesa uno de sus mejores momentos recientes, mostrando un funcionamiento preciso y coordinado tanto en Liga como en Champions, impulsado por la irrupción definitiva de Lamine Yamal —ya convertido con solo 18 años en el líder del ataque— y por una medular sólida que ha disipado por completo las dudas del pasado. Enfrente estará un Athletic Club intenso y competitivo, que apuesta por un bloque medio, una gran carga física y transiciones rápidas para encontrar los espacios a la espalda de los laterales azulgranas, un sector donde intentarán hacer daño de manera recurrente. La gran amenaza será Nico Williams, desequilibrante por izquierda y preparado para encarar en el uno contra uno cada vez que tenga oportunidad, lo que convierte este duelo en una prueba exigente para la defensa culé pese al buen momento que vive el equipo.
El Athletic Club continúa siendo un equipo muy reconocible bajo la dirección de Ernesto Valverde, fiel a una identidad competitiva que le ha permitido firmar un inicio de temporada sólido y mantenerse plenamente en la lucha por los puestos europeos. Su intensidad, orden y personalidad se hacen notar especialmente en San Mamés, aunque fuera de casa el equipo suele dar un pequeño paso atrás, algo que se refleja en sus resultados más recientes: ha perdido tres de sus últimos cinco desplazamientos frente a rivales de la parte alta. Esta ligera caída en su versión visitante marca la principal diferencia entre un Athletic firme como local y uno que todavía busca mayor consistencia cuando debe competir en escenarios exigentes lejos de Bilbao.
