El Alavés de Eduardo Coudet vive una temporada de contrastes, mostrando un rendimiento muy sólido en casa —donde ha sumado 11 de sus 15 puntos gracias a tres victorias, dos empates y solo una derrota— y una versión mucho más irregular lejos de su estadio. Esta fortaleza como local será clave para enfrentar a un Celta que llega con mucha confianza como visitante. En sus últimos cinco compromisos, el equipo ha firmado dos triunfos, un empate y dos caídas, una línea inestable que quedó evidenciada en su más reciente derrota 0-1 frente al Girona, la cual cortó la buena dinámica que venían construyendo. Con 11 goles anotados y 11 recibidos en 12 jornadas, el Alavés refleja un equilibrio absoluto que coincide con su posición de media tabla, perfilándose como un conjunto competitivo pero aún en busca de mayor consistencia para dar un salto en la clasificación.
El Celta de Claudio Giráldez ha tenido un inicio de temporada marcado por la irregularidad, reflejada en la gran cantidad de empates —siete en doce jornadas—, aunque ha compensado esa falta de contundencia con un rendimiento visitante sorprendentemente sólido, acumulando dos victorias, dos empates y solo una derrota lejos de Balaídos, lo que alimenta su optimismo de cara a la visita al Alavés. En sus últimos cinco compromisos, el equipo ha evidenciado una clara mejoría con cuatro triunfos y solo una caída, aunque esta última, un 2-4 ante el FC Barcelona, llegó en su partido más reciente y pudo generar cierto golpe emocional; aun así, también expuso la capacidad ofensiva del conjunto gallego, capaz de marcar dos goles ante uno de los rivales más fuertes del campeonato. Esta mezcla de solidez fuera de casa, crecimiento competitivo y un ataque en buen momento mantiene al Celta como un equipo capaz de pelear por puntos incluso en escenarios exigentes.
