El FC Barcelona llega a esta cita liguera en un momento de gran solidez, instalado en la segunda posición con 31 puntos y respaldado por un rendimiento que combina contundencia ofensiva y equilibrio defensivo, como reflejan sus 10 victorias, 1 empate y solo 2 derrotas, además de una diferencia de goles de 36:15. El dominio azulgrana en el Camp Nou ha sido absoluto, con seis triunfos en igual número de partidos, y su reciente 4-0 frente al Athletic Club confirma su buen estado de forma en la competición doméstica. Bajo la guía de Hansi Flick, el equipo ha logrado un estilo de juego dinámico y efectivo, sustentado en la calidad individual y en una estructura táctica bien definida. Aunque la caída 3-0 ante el Chelsea en la Champions evidenció aspectos por pulir, el Barcelona continúa mostrando una identidad fuerte y una competitividad que lo convierten en un rival temible para cualquier visitante.
El Deportivo Alavés llega a este encuentro instalado en la 14ª posición con 15 puntos, un balance que refleja tanto su capacidad para competir como las dificultades que enfrenta para mantener regularidad, especialmente lejos de casa. Con 4 victorias, 3 empates y 6 derrotas, y una ajustada diferencia de goles de 11:12, el equipo evidencia problemas para generar peligro ofensivo pese a contar con una defensa generalmente ordenada. Su rendimiento como visitante —solo un triunfo, un empate y cuatro derrotas— y la reciente caída por 1-0 ante el Celta de Vigo subrayan la necesidad de mejorar su desempeño fuera de Mendizorroza. Bajo la dirección de Eduardo Coudet, el Alavés apuesta por un planteamiento basado en solidez atrás y transiciones rápidas, una fórmula que ha ofrecido momentos de buen juego pero que deberá ejecutarse con enorme precisión para aspirar a sumar puntos en un escenario tan exigente como el Camp Nou frente a un Barcelona en estado de forma sobresaliente.
